Desde hace tres meses la clase obrera francesa con enormes jornadas de lucha política de masas enfrenta la reforma de las jubilaciones que quiere imponer el Gobierno de Macron. En 20 jornadas nacionales de paro y movilización desde el 5/12, los trabajadores del metro, del transporte parisino, ferroviarios, trabajadores de la energía, estatales, personal de sanidad, abogados, docentes, profesores, controladores de tránsito aéreo, bomberos, recolectores de basura, trabajadores de saneamiento de aguas, junto a los Chalecos Amarillos, Chalecos Negros, inmigrantes, jubilados y estudiantes combativos tomaron las calles de toda Francia.
Hartos de que le saquen sus conquistas, hoy la clase obrera francesa le dijo basta a la V República imperialista francesa. ¡Ni un solo paso más, las jubilaciones no se tocan!
Así, desde las bases, la clase obrera francesa impuso a las direcciones de los sindicatos, los llamados a esas jornadas de huelga. Asimismo, puso en pie embriones de organismos de democracia directa, con comité de fábrica, con asambleas generales donde los trabajadores unificaron sus filas independientemente de los sindicatos a los cuales pertenecen. Desde allí garantizó los paros, bloqueos, piquetes de ruta cortando el acceso a zonas industriales como las refinerías e incluso a los puertos, y allí donde la burocracia no garantizaba la huelga. Los trabajadores, desde esos Comités, Asambleas y piquetes de huelga organizaron las multitudinarias marchas, en las que se enfrentaron con las fuerzas represivas, y las acciones por sector que a lo largo de estos 90 días de lucha mantuvieron en vilo al gobierno y a la patronal. La clase obrera y las masas explotadas hicieron de todo, incluso barricadas, comités de lucha locales, asambleas por ciudad y hasta algunas coordinadoras por sector como la que reúne a los trabajadores del transporte (trenes, metro y micros) de París.
En lugares estratégicos como las usinas de electricidad, en la recolección de residuos, en las refinerías, los trabajadores se negaron a brindar los servicios de emergencia, pese a la oposición de la burocracia. Esto demuestra que a cada paso los obreros chocan con la dirección que tienen a su frente. Es por ello que en enero un sector de transporte en huelga entró a la sede de la CFDT-central sindical afín al gobierno- al grito de: “Uds. no nos representan”, “no firmen nada en nuestro nombre”, y en otra oportunidad entraron a otra sede de esta central carnera y le cortaron la luz.
La clase obrera y las amplias masas demostraron estar a la altura de la guerra que les ha declarado la burguesía, con su lucha empezaron a poner en cuestión “quién es el dueño de casa” y pusieron a la orden del día el combate por tirar a Macron. Es que las masas ya desplegaron tantas fuerzas como en el Mayo del 68. Pero la burocracia de la CGT con el estalinista Martinez a la cabeza y demás centrales son las que impiden a cada paso que esta lucha se profundice y avance en el camino de imponer un nuevo Mayo Francés que termine derrotando al gobierno.
El verdadero límite de este combate es la burocracia sindical
Paso a los comités de fábrica y organismos de lucha de los Chalecos Amarillos, los Chalecos Negros, jubilados y la juventud combativa
Es que entre jornada y jornada de huelga, la burocracia de la CFDT, la CGT, FO, UNSA, y demás se sientan con el gobierno a negociar. Estas direcciones sólo llamaron a hacer luchas de presión sobre el gobierno para que retire el proyecto de reforma previsional y no prepararon a la clase obrera para el combate decisivo que está planteado. Buscaron desgastar nuestras fuerzas. Se negaron y se niegan a organizar LA huelga general, a preparar una acción centralizada y decidida. Está claro que sobran fuerzas y condiciones para hacerlo, pero la burocracia hizo de todo para evitar que la lucha dé un paso adelante y con una acción independiente de masas barra con el debilitado gobierno de Macron y termine de descalabrar al régimen.
Pero la burocracia no está sola en esta tarea de presionar al gobierno y cerrar el camino a esta lucha para que no avance en un combate decisivo contra el gobierno de la V República, está acompañada por los anticapitalistas del NPA, corriente que influencia los sindicatos Solidaires y Sud, desde donde someten a los trabajadores a la burocracia estalinista de la CGT.
Y así y todo, no logran sacar a las masas de las calles y este odiado gobierno no pudo, en estos 90 días, hacer pasar su ataque a las jubilaciones. Incluso en enero tuvo que retroceder del punto central de su reforma que era el de llevar la edad de retiro de 62 a 64 años.
Pero gracias al sostén de la burocracia, Macron no cayó, y ahora el gobierno intenta pasar la reforma jubilatoria haciendo uso del artículo 49.3 de la bonapartista constitución de la V República con el que hizo pasar el proyecto de reforma directamente al Senado, sin debate en la Asamblea Nacional (diputados). Así, intenta que se apruebe rápidamente antes de las vacaciones de verano, cuando el parlamento cierra sus sesiones. Ante esta nueva embestida del gobierno, la burocracia convocó a una jornada de paro y movilización en todo el país para ….el 31 de marzo! Mientras, sólo llamó a manifestarse para presionar al Parlamento para que éste rechace el artículo 49.3. ¡Basta de sometimiento a las instituciones del régimen!
No podemos permitir que nos arranquen la jubilación de la misma manera que lo hicieron con las 35 horas de trabajo, imponiéndonos la ley El Khomri cuando el gobierno Hollande-Valls usaron este mismo recurso.
¡Basta! Ya nos sacaron demasiado, ahora vamos por todo.
Ya quedó claro que para derrotar el ataque a las jubilaciones hay que tirar a Macron, el representante de la burguesía imperialista francesa de conjunto. No hay tiempo que perder, para conseguir el retiro de toda la reforma previsional y recuperar todo lo que nos robaron, tenemos que pelear por todo. Para ello hay que organizar una lucha decisiva, una huelga general revolucionaria que abra el camino a un mayo francés que tire abajo a Macron y hacer volar por los aires al régimen de la V República.
¡Abajo el 49.3! ¡Abajo la reforma previsional! ¡Fuera Macron!
Para que no nos vuelvan a robar lo que hemos conquistado con nuestra lucha en las calles, hay que superar los diques de contención de la burocracia.
Se trata de unir a todos los sectores en lucha. Para ello hay que extender, desarrollar, centralizar y coordinar a todos los comités de fábricas, comités de lucha, a las Asambleas por región, a todos los organismos de los que luchan a nivel local, regional y nacional. Pongamos en pie una Coordinadora Nacional de lucha que reúna no solo a los trabajadores de diferentes sectores en huelgas, sino también a las amplias masas que entraron a la lucha. Así conquistaremos un organismo de doble poder y democracia directa, para desembarazarnos de la burocracia sindical.
¡Paso a las coordinadoras y comités de fábrica, comités de lucha, de los Chalecos Amarillos, los Chalecos Negros, los inmigrantes, los sin papeles, los jubilados, la juventud combativa, las clases medias arruinadas y a todos los comités de acción. ¡Hay que poner en pie el poder de los que luchan!
Ese es el camino para conquistar un pliego único de demandas para el conjunto de los trabajadores y las masas empobrecidas.
En estos organismos de lucha, votemos comités de autodefensa para defendernos de la brutal represión de este gobierno.
¡Basta de reprimir al pueblo! ¡Disolución de la policía asesina y de todas las fuerzas represivas del estado!
No se puede pelear con rehenes de nuestra clase en las mazmorras del imperialismo francés ¡Libertad y desprocesamiento Ya de todos los presos por luchar!
El combate de la clase obrera francesa acaudillando a las clases arruinadas es una trinchera de combate contra el Maastricht imperialista, contra las burocracias sindicales y direcciones reformistas de todo el Continente que nos dividen país por país y nos arrodillan a los pies de la burguesía imperialista: ¡Unidad de la clase obrera de todo el continente europeo! ¡Tenemos un mismo enemigo y es una misma lucha! ¡Por una huelga general revolucionaria en todo el continente! ¡Abajo Maastricht!
Hoy miles de refugiados sirios, huyendo de una de las más terribles masacres golpean las puertas de Europa. Tenemos que tomar en nuestras manos lucha por ¡que se abran las fronteras! Trabajo digno, vivienda, papeles para todos los refugiados, inmigrantes, sin papeles.
Solo en unidad con la clase obrera europea y enfrentando el pillaje del imperialismo francés en el mundo semicolonial podrán los trabajadores de Francia mantener sus conquistas. Por ello es fundamental unificar el combate con nuestros hermanos de clase de Mali, nación africana saqueada por el imperialismo francés, donde Macron acaba de enviar más tropas y donde los explotados vienen de ganar las calles al grito de ¡Fuera las tropas francesa! Una lucha unificada entre los trabajadores de la metrópolis con los de los países oprimidos pondrá en jaque a la V República. Ese es el camino para liberar a los explotados de las colonias y llevar nuestras demandas a la victoria. ¡El enemigo está en casa! ¡Fueras las tropas y las bases militares imperialistas francesas de toda África!
Ana Negri y Luisa Campos
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Mural por Steve, asesinado por la policía francesa
15 de marzo de 2020
En su “acto” número 70…
¡Con combates de barricadas, los Chalecos Amarillos siguen enfrentando al gobierno de Macron!
Ayer 14 de marzo, a 453 días de iniciado su combate, los Chalecos Amarillos ganaron nuevamente las calles de París y de varias ciudades de Francia, con combate de barricada contra la policía, donde hicieron temblar el suelo. Volvieron a demostrar toda su fuerza y determinación contra el gobierno y el régimen odiados, a los que enfrenta el conjunto de los trabajadores que rechaza el ataque a las jubilaciones.
Se movilizaron en el sur de la capital agitando banderas palestinas y con pancartas que decían: “Oligarcas CAC 40, denos más o entonces lo retomaremos todo”. Entre sus participantes había una nutrida columna de jóvenes, que marchaban detrás de una bandera que los identificaba como “los Foulquets en llamas” (restaurante emblemático quemado en una de las manifestaciones de los Chalecos) en la que se podía leer: “siamo tutti antifascisti”. Pero no solo los jóvenes decían allí presente, también los jubilados que no solo acompañan la protesta de los chalecos sino que se manifestaban contra de la reforma jubilatoria.
“Mañana (por el sábado), ¡todos a los Campos Elíseos! Nada podrá detenernos, ni (el jefe de la Policía parisina,) Lallement ni el coronavirus”, publicaban en una de las redes sociales. Volvieron a movilizarse a pesar y en contra de la prohibición del gobierno de realizar reuniones de más de 100 personas frente a la propagación del coronavirus.
Rodeados de Policía y Gendarmería, en un dispositivo infernal, los Chalecos enfrentaron ferozmente a las fuerzas represoras al grito unánime de “todo el mundo detesta a la policía”. Mientras las calles parisinas se veían envueltas en nubes de gas lacrimógenos lanzados por esas fuerzas con un fondo de sirenas aullantes. En respuesta, los Chalecos hicieron barricadas prendiendo fuego algunos tramos de la movilización, incendiando autos y tachos de basura y se defendieron a los piedrazos limpios y utilizando vallas, sillas, carteles, lo que tuvieran a mano, como escudo o proyectil. A las 18.40hs. la policía reportaba 79 detenciones y 1163 controles preventivos.
El movimiento de Chalecos Amarillos, a un día de las elecciones municipales, nuevamente en las calles hicieron sentir su bronca y odio, hartos de no haber conseguido ninguna de sus sentidas demandas; demuestran que su batalla continúa.
¡Sobra predisposición al combate y condiciones para dar un paso superior!
Como hace un año y tres meses, hoy más que nunca: ¡Macron Dimisión! |
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